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EL PARQUE DE CERVANTES Y LA ROSALEDA

El parc de Cervantes y la Rosaleda | Como os prometí en mi anterior entrada del blog, con motivo de la festividad de Sant Jordi, quedó pendiente acompañaros virtualmente a un lugar que representa la expresión plástica más evidente de la relación de Barcelona con las rosas: el parque de Cervantes y su famosa Rosaleda (Roserar).

Ya ha entrado el mes de mayo, por lo que ha llegado el momento de acercarnos y disfrutar del bonito espectáculo que se ofrece ante nuestras retinas. Para iniciar la ruta, tomaremos la línea 22 de autobús dirección Pedralbes y nos apearemos en la última parada del recorrido. Justo enfrente, una fuente estilo Canaletes nos dará la bienvenida. Tras ella, nueve hectáreas de parque se extienden ante nosotros.

El espacio se divide en dos secciones: el propio parque -abierto las 24 horas del día- y el jardín temático anexo, que abre sus puertas a partir de las diez de la mañana hasta el anochecer y ocupa cuatro de las nueve hectáreas totales. Como todavía son algo menos de las diez de la mañana, empezaremos el recorrido por el parque desde el acceso que hay junto a la carretera de Esplugues y bajaremos dirección hacia la Diagonal, desde donde accederemos a la Rosaleda, tan pronto abran la verja.

Rosaleda
Acceso al jardín de la Rosaleda desde la Diagonal

El parque de Cervantes

En primer lugar, nos situaremos en el espacio. El parque de Cervantes está construido sobre los terrenos yermos que ocupaba antiguamente el Torrent Estela, que recogía el agua que bajaba desde la cima de Sant Pere Màrtir, un espacio para el asueto de los amantes de la naturaleza, y que tenemos situado en la parte de la Sierra de Collserola que queda a nuestras espaldas.

En segundo lugar, nos situaremos en la Barcelona de los años 60. Siendo alcalde de la ciudad Josep Maria de Porcioles i Colomer (el que más ha durado en el cargo y cuya incoherente gestión ha pasado a la triste historia de la ciudad), el 5 de abril de 1964 se conmemoraron los 25 años de la paz franquista, y por ello el Ayuntamiento decidió celebrarlo inaugurando el año siguiente un nuevo espacio verde en la ciudad. El lugar elegido fue un barranco situado en los límites de la ciudad, y se encargó el proyecto a Joaquim M. Casamor.

Rosaleda
El parque de Cervantes ocupa el antiguo Torrent Estadella

El porqué de la elección del nombre de Cervantes no he conseguido tenerlo claro, pero como me gustan las conjeturas, dejaré volar la imaginación y os argumentaré una posible razón, sin saber o no si coincidirá con la realidad.

Según los expertos, el propio Cervantes visitó la ciudad en dos ocasiones; hizo que Barcelona apareciese en dos de sus obras (la segunda parte de “El Quijote” y una de sus Novelas Ejemplares “las dos doncellas”). En “El Quijote”, Barcelona ofreció al ingenioso hidalgo las aventuras que había ido buscando a lo largo de todo su viaje (recordemos el encuentro con el bandolero Perot lo lladre y la persecución de un bergantín turco -con cañoneo incluido- en la playa), y es la única ciudad a la que Cervantes dedicó maravillosos adjetivos a través del propio Don Quijote:

Archivo de la cortesía, albergue de los extranjeros, hospital de los pobres, patria de los valientes, venganza de los ofendidos y correspondencia grata de firmes amistades, y en sitio y en belleza, única; y aunque los sucesos que en ella me han sucedido no son de mucho gusto, sino de mucha pesadumbre, los llevo sin ella, sólo por haberla visto”. ¡Motivos suficientes para dedicarle un parque, sin preguntar más! ¿O no?

Siguiendo con nuestro recorrido, podemos apreciar que todo el parque tiene una vegetación abundante y variada, pero distribuida en espacios abiertos y accesibles. El notable desnivel que estamos bajando lo salvamos con rampas y amplios tramos de escaleras.

Rosaleda
Monolito dedicado a Angel Ganivet

Es un parque muy austero en estatuas o esculturas; dos únicos y sencillos monolitos dedicados a los escritores Angel Ganivet y Concha Espina aparecen entre los parterres. Entre los diferentes servicios que incluye el parque destaca una cuidada zona de picnic, que a las horas en que nos encontramos, me ayudan a imaginarme disfrutando de un tranquilo y apetitoso desayuno traído de casa. ¡Es una idea!

Rosaleda
Monolito dedicado a Concha Espina

La Rosaleda (Roserar)

Seguimos por el sendero y llegamos a la Diagonal. A nuestra izquierda vemos una gran verja al final de una amplia escalinata. Unos empleados de parques y jardines la están abriendo. Ante nuestros ojos se extiende el colorido y perfumado mar de rosas de Barcelona: el jardín de la Rosaleda. Tal y como comentamos con motivo de la diada de Sant Jordi, Barcelona siempre ha sido una ciudad especialmente vinculada a las rosas, y este espacio temático es muestra de ello.

El parque se divide en tres espacios: el jardín de los perfumes, el jardín del concurso internacional y la pérgola de rosales trepadores. Entre unos y otros podemos contar sobre 10.000 rosales con unas 2000 especies, procedentes de diferentes partes del mundo como son Asia, Oriente Medio, Europa o América.

También es interesante (para los entendidos que no sólo se limitan a gozar de la fragancia y la belleza del entorno) las especies híbridas recuperadas de antiguos rosales, que ya cultivaban egipcios, griegos y romanos. Entre medio de los rosales nos sorprende la escultura de un desnudo femenino (obra de Eulàlia Fàbregas de Sentmenat «Serenidad») y, más arriba, dos rombos gemelos con aire geométrico (escultura de Andreu Alfaro, «Rombos», autor también de las emblemáticas columnas del saber, símbolo de la UAB).

Rosaleda
Desnudo femenino de Eulàlia Fàbregas

Una de las primeras cosas que nos va a sorprender es que el jardín tiene personalidad propia independiente de la del parque de Cervantes, a pesar de encontrarse justo al lado. A medida que empezamos el recorrido de ascenso hacia la carretera de Esplugues nos vamos percatando de la inexistencia de obstáculos visuales, por lo que podemos tener una buena perspectiva del conjunto desde cualquier rincón. Dicen los entendidos que entre los meses de mayo y junio pueden llevar a haber hasta 150.000 rosas abiertas a la vez; sí, ¡150.000!

Nada más entrar nos encontramos con una placa que nos recuerda que el jardín fue premiado por la World Federation of Rose Societes (agrupación de federaciones y asociaciones de rosalistas internacional) con el “Award of Garden Excellence 2009”. La temática, la belleza y el valor educativo del conjunto fueron características que influyeron en que le fuese otorgado el reconocimiento. Pero, lo que sin lugar a dudas influyó más, fue el ser la sede anual del Concurso Internacional de Rosas Nuevas que se celebra anualmente en Barcelona desde 2000.

Rosaleda
Zonas de los rosales trepadores
Rosaleda
Placa conmemorativa del premio «Award of Garden Excellence» otorgado en 2009

El lugar destinado a las rosas nuevas y al concurso está subdividido en tres espacios: uno para los rosales que participan en el concurso del año en curso, otro para los que concursarán al año siguiente y que se han tenido que plantar con un año o dos de antelación para que florezcan, y un tercero para los rosales ganadores de ediciones anteriores.

Una vez finalizado el recorrido en la parte más alta del jardín, os recomiendo que os sentéis en uno de los bancos que hay bajo la pérgola y gocéis tanto de los aromas, los colores y la belleza en general de ofrece este jardín, así como de la fabulosa vista panorámica que hay sobre una parte de Barcelona.

Galería fotográfica

 

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