Tal como dice el refrán castellano: ‘Lo que dice el panadero, siempre es verdadero’. El pan es un alimento básico de la dieta tradicional tanto en el continente europeo como en el americano, así como en el Medio Oriente y en la India. En la época de la antigua Roma fue uno de los alimentos básicos de los legionarios, que preparaban a partir de las tres libras de trigo que se les entregaban al día. De hecho –como no podía ser diferente- el término pan proviene de la palabra latina pannus, que significa masa blanca. La caída del Imperio Romano y el principio de las invasiones bárbaras provocó un cese en el comercio del trigo y su desabastecimiento, lo que llevó a que se empezasen a emplear otros cereales en su elaboración, tendencia que se consolidaría en la Edad Media, haciendo que el ‘pan blanco’ (elaborado con trigo) se convirtiera en el alimento de las clases ricas, y el ‘pan negro’ (elaborado con cebada, centeno o avena, y mucho más duro), quedase para ser consumido por el resto de la población.
A lo largo de la historia, la escasez de pan siempre ha ido ligada a conflictos sociales. Ya en la época romana se tenía la idea de que para mantener al pueblo calmado había que darles ‘pan y circo’, como el placer más simple y básico. Incluso la leyenda negra que se creó en torno a la reina María Antonieta de Francia durante la Revolución, y ante la desesperación de los franceses por la falta de trigo para hacer pan, se le atribuyese la frase: ‘Qu’ils mangent de la brioche’ (¡Qué coman pasteles!)… Como habréis deducido, hoy vamos a hablar de pan.
Regresar a tu barrio de la infancia siempre provoca buenas vibraciones, y el pasado miércoles tuve el placer de sentirlas por duplicado. Las primeras derivadas de la visita en sí, y las segundas por participar en una interesante reunión sobre los nuevos proyectos de la empresa Bopan Forners Artesans, una de las pioneras en la introducción del concepto boutique de pan en la ciudad de Barcelona. El encuentro tuvo lugar en el establecimiento que tienen en la calle Muntaner, tienda que recuerdo como una de las primeras de aquella zona de Barcelona a donde, ya a mediados de los años 80, se podía ir a comprar pan un domingo por la tarde, cosa poco habitual en aquella época. Como me confirmaron, la tienda funciona desde su apertura en 1986, dos años después de la inauguración de su primera boutique en Rambla de Catalunya. Actualmente, además de estas dos tiendas de venta directa al público, tienen una en la Plaça Molina y otra en Travessera de Gràcia, además de una extensa oferta de productos y servicios. En la empresa siempre han apostado por crecer, pero más que en extensión, en profundidad y en oferta, pero sin dejar de lado su apuesta por el producto artesano, natural y de calidad.
La palabra Bopan -como nos comentó Pablo Parera, director adjunto de operaciones y marketing- es una contracción de Bo(utique) (de) Pan, que recoge el concepto de las «boutiques du pain» francesas, que descubrieron a raiz de un viaje a Francia, y que daría origen a la creación de la empresa como pionera de este tipo de comercio en la ciudad de Barcelona. En el año 1994, tras un nuevo viaje al país galo, en el que vieron la tendencia francesa a ofrecer un servicio de cafetería y degustación en las tiendas de pan, apostaron por incorporarlo a su negocio, lo que comportó una remodelación del diseño inicial de las tiendas.
Desde sus inicios, Bopan Forners Artesans siempre ha apostado por la innovación y por adaptar el negocio a las nuevas tendencias, y dado que el presente está en la red y su evolución marcha imparable hacia el futuro, de ahí la reciente apertura de un canal on-line donde adquirir sus productos como alternativa a la compra presencial tradicional.
Asumiendo el hándicap que supone el factor inmediatez cuando se trabaja con productos perecederos, y tras descartar realizar las entregas a través de las principales empresas de servicios logísticos que, o bien no se adecuaban en los plazos de entrega, o bien comportaban unos portes inasequibles, se ha optado por hacerlo aprovechando las propias rutas que ya tiene establecidas la empresa para la entrega de productos a hoteles y restaurantes. Para adaptarse a todas las necesidades, se han establecidos tres franjas horarias para las entregas: De 8h a 10h de la mañana; de 12h a 14h del mediodía; y de 18h a 20h de la tarde. El procedimiento para realizar el pedido es muy sencillo; solo hay que darse de alta en la plataforma, y ya puedes iniciar la compra.
La finalidad de este nuevo servicio, además de adaptarse a las nuevas tendencias, es la de ofrecer la posibilidad de hacer llegar los productos a zonas de Barcelona donde hay mucha demanda, pero todavía no disponen de ninguna tienda Bopan tradicional. Por el momento, el reparto se realiza únicamente en los distritos 08000, pero no se excluye la posibilidad de realizar entregas fuera de la ciudad, siempre que se cumpla con un pedido mínimo.
La nueva apuesta por el e-commerce también incluye otra novedad: la venta de experiencias a través de la caja Bon Pétit. Se trata de una caja personalizada, que incluye los productos básicos para un desayuno o una merienda, y que está pensada para regalar en una ocasión especial, como un cumpleaños o el nacimiento de un bebé. El nombre está inspirado en la expresión francesa: «Bon appétit!»
El aspecto exterior deja constancia de la innegable mano de un diseñador gráfico, y su interior da fe de la apuesta que se ha hecho por cuidar el detalle y el impacto visual, donde cada producto está perfectamente colocado en el espacio que se le ha asignado en la distribución. En la elección del packaging se ha optado por un material que se conserve impecable desde el envasado hasta la entrega, y respecto al contenido, además de los productos propios de bollería y pastelería, se han elegido otros donde ha primado el aspecto y la calidad, por delante de la notoriedad de la marca. Las cajas están perfectamente precintadas, para que sea la persona que reciba el obsequio quien la abra. En su interior se incluye una divertida tarjeta, en la que te animan a disfrutar del regalo que acabas de recibir.
Como dicen que una imagen vale más que mil palabras, ahí van algunas…
¡Por cierto! Respecto a los talleres infantiles de pan y pastelería que se vienen celebrando cada primer sábado de mes, de octubre a junio, desde el año 2010, recordar que la temporada actual ya toca a su fin, pero que se reiniciarán con la llegada del nuevo curso escolar, por lo que podéis incluir un recordatorio en vuestras agendas.
Mediante estos talleres, donde los protagonistas son los niños entre 5 y 10 años, se pretende acercar el mundo de la elaboración del pan a los más pequeños, haciéndoles partícipes del proceso, y enseñándoles la maquinaria que se utiliza en el obrador, bajo la atenta mirada de un maestro pastelero. Los talleres pueden girar alrededor de tres hilos conductores diferentes (galletas, magdalenas o pan) y tienen una duración de 45 minutos.
Durante el desarrollo del taller, los padres no pueden permanecer en el interior del obrador, por lo que, si prefieren esperar, pueden quedarse en la cafetería. Las reservas se pueden hacer por teléfono, vía correo electrónico, o rellenando el formulario específico que hay en la web. Para ver algunas imágenes, os enlazo el post que escribieron Eva e Isabel de Barcelona Colours en su blog, sobre el taller en el que participaron sus hijos.
Aparte de los talleres mensuales, se ofrece la posibilidad de organizar otros para celebraciones de cumpleaños o fiestas de carácter privado. En este caso, pueden organizarse de lunes a domingo, a las 11h30, y se complementan con un servicio de catering para los acompañantes, y de otro para los niños invitados, una vez finalizado el taller.
Tiendas Bopan Forners Artesans
Rambla Catalunya, 119
Muntaner, 536
Plaça Molina, 1
Travessera de Gràcia, 64
Tienda on-line
