Ruta literaria | Siguiendo con mi costumbre de publicar un artículo cada viernes, y dado que esta semana se ha celebrado una nueva “Diada de Sant Jordi”, en la que las rosas y los libros son los protagonistas, he querido recopilar algunos antiguos posts de Barcelona en horas de oficina que giran en torno a libros y Barcelona, así como aunque no mucho, también de rosas.
Para ello, he elegido revisar y actualizar el que redacté tras participar en una ruta literaria de la Setmana del Llibre en Català, y añadir una lista de algunos que también he publicado en torno al tema que nos ocupa: recorrer Barcelona desde la literatura.
“Barcelona y una historia de pasión por lo libros”
En 1980 el escritor Umberto Eco sorprendió gratamente a los amantes de la literatura con la publicación de su libro “Il nome della rosa”, que te trasladaba a una abadía medieval del siglo XIV, donde el escenario principal de la trama era una magnífica biblioteca en la que los monjes se dedicaban a copiar e ilustrar libros manualmente, mucho antes de que se inventase la imprenta.
Con motivo de la celebración de la edición de 2013 de la Setmana del Llibre en Català, tuve la oportunidad de participar en una de sus rutas literarias, lo que me permitió descubrir el rico patrimonio bibliográfico que guarda Barcelona, procedente de diferentes bibliotecas monacales. Unas bibliotecas monacales que existieron de verdad, y no fueron de ficción como ocurre en la novela de Eco.

Siguiendo una ruta diseñada a partir de la novela “L’aire que respires” (“El aire que respiras”), y guiados por su autora, la escritora mataronense Care Santos, paseamos por algunos de los diferentes escenarios en que se desarrolla la trama, con la guinda final de entrar a visitar la Biblioteca de Fondo Antiguo de la Universitat de Barcelona.
El leitmotiv de la ruta era dejar constancia de cómo los libros han sido testimonio de las convulsiones políticas que vivió Barcelona durante el siglo XIX. Una selección de hechos históricos que recoge una buena parte de la trama argumental de la novela.
“El aire que respiras”, de Care Santos
“El aire que respiras” revive diferentes episodios de la historia de Barcelona. Pero uno de los más destacados es la referente a la Invasión Napoleónica, cuando Barcelona pasó a formar más parte de Francia que de España:
- Una etapa en que la ciudad se alzó en contra de su invasor, lo que le acarreó sufrir graves consecuencias.
- Un momento de la historia de la ciudad en que se empezó a implantar la corriente del Librepensamiento, consecuencia directa de la recién acabada Revolución Francesa.
- Un tiempo en la que la ciudad empezó a sentirse asfixiada dentro de la muralla que la rodeada. Un hecho que daría paso a una nueva fase histórica en que Barcelona decidió acabar, definitivamente, con esa muralla y con su pasado medieval. Algo que sirvió para poner las bases de la ciudad cosmopolita, abierta e innovadora en que se acabaría convirtiendo.
Pero antes de comenzar a explicar el qué y el dónde de la ruta, nada mejor que ser protocolariamente correcta y presentar a nuestra invitada de honor, que no es otra que la novela que ha inspirado esta historia: “L’aire que respires”.
Para ello, nada mejor para hacerlo que recurrir a la transcripción literal de una opinión, un párrafo y una sinopsis.
La opinión
“El aire que respiras es un canto de amor a los libros, pero también a la ciudad de Barcelona. Después de leer esta gran historia coral, la ciudad no volverá a ser la misma. O será –otra vez– la que dejó de ser hace doscientos años”.
El párrafo
“Guillot ha decidido establecerse en Barcelona porque vino de visita hace unos cuantos años y le pareció la más francesa de todas las ciudades extranjeras. También porque, como pudo comprobar por sí mismo, el chocolate que venden aquí es de la mejor calidad. Y si alguna cosa hace perder el sentido al muy moderado Monsieur Guillot es una buena tacita de chocolate”.
La sinopsis
“Virginia acaba de heredar el negocio familiar: la librería ‘Palinur’. Entre el montón de ejemplares, polvo y papeles que su padre acumuló, pronto aparece la historia de Carlota Guillot y la búsqueda de un libro, escurridizo y caprichoso, que formó parte de una de las bibliotecas particulares más sibaritas de la Barcelona napoleónica. Una historia prolongada a lo largo de las décadas más convulsas del siglo XIX en que la ciudad asistió, incrédula, a su mayor transformación: el derribo de las murallas y la urbanización de su paseo más emblemático, La Rambla”.
Ahora ya tenemos algunos datos objetivos para recordar nuestro recorrido, que nos servirán para entender algunos de los lugares por los que pasamos. Espacios de sobra conocidos en Barcelona, sobre los que poco puedo aportar que pueda interesar, pero que nos sorprenderán si los miramos a través de los ojos de la escritora.
Care Santos es una escritora y crítica literaria nacida en Mataró, que se inició en la escritura de obras infantiles y juveniles, tanto en lengua catalana como castellana. Entre su producción literaria hay novela, relatos, narrativa y poesía. De los diferentes premios literarios que ha ganado, destacan el Ramon Llull 2014 y el Nadal 2017.
La ruta literaria
Iniciamos la ruta frente a la Catedral y ponemos rumbo a nuestro primer destino, la pastelería Fargas y el palacio del Baró de Maldá. ¿Y por qué? Pues porque como dice Guillot en el libro: “el chocolate que venden aquí es de la mejor calidad”.
Y qué mejor manera para escenificarlo que visitando la confitería más antigua de Barcelona y donde estuvo la residencia de uno de los más conocidos apasionados amantes del chocolate que ha dado la historia de Barcelona.



Librerías anticuarias en la ruta literaria
A continuación, pusimos rumbo hacia las calles de Canuda y de Bertrellans, con el objetivo de visitar otro escenario muy importante en la novela de Care Santos, concretamente la Llibreria Palinur donde, como reza su eslogan, se venden “Libros leídos. Ni viejos, ni usados”.
Care nos explicó que cuando te interesas por el mundo de los libros antiguos, y quieres localizar alguna joya perdida, es necesario conocer bien los lugares en dónde buscarlos, ya que no todas las librerías son iguales.
Existen librerías almacén, donde puedes conseguir montones de libros a peso, y librerías anticuarias donde están los verdaderos ejemplares de colección, y en las que te puedes llevar algún que otro susto respecto al precio que te pidan por ellos.
Nota añadida en la revisión | Aunque a fecha actual ya han cerrado sus puertas, en el momento de realizar la ruta, en la calle Canuda teníamos un par de ejemplos de los dos tipos de librerías mencionadas en el párrafo anterior.
La Llibreria Canuda, ejemplo de librería almacén
La Llibreria Canuda, situada junto al Ateneu Barcelonés, se puede calificar como de librería almacén (o librería de viejo, como se conocía). Abrió sus puertas en 1948, y dicen que la filosofía de sus propietarios era que las librerías de viejo eran una especie de servicio público para que las personas de pocos recursos, pero interesadas por la cultura, también pudiesen conseguir libros de precio económico para tener su propia biblioteca particular.
La librería llegó a contar con un fondo de más de 400.000 ejemplares de libros de viejo, lo que la convirtió en una de las principales de todo el estado.
Lamentablemente, el 23 de noviembre de 2013, el aumento del alquiler del local obligó a que tuviese que cerrar sus puertas, vendiendo una buena parte del fondo a la librería El Siglo del Mercantic (Sant Cugat del Vallès). En la actualidad, aunque tiene un pequeño local en el barrio de Gracia, realizada las ventas a través de una plataforma de internet.


Para saber más: Remembranza de la Canuda: la desaparecida librería de viejo más grande de España.
La llibreria Farré, ejemplo de librería anticuaria
La Llibreria Farré, aprovechando su antigua ubicación en la calle Canuda, la visitamos como ejemplo de una verdadera librería anticuaria. Aunque, evidentemente, no es la única que hay en Barcelona. Eso sí, es toda una referencia en la ciudad.
Entre las obras que tiene a la venta se pueden encontrar alguna que otra joya, que incluyen obras raras, curiosas o primeras ediciones, en variedad de campos y disciplinas. Evidentemente, la exclusividad también se puede notar en el precio.
Desde octubre de 2024, la tienda de la calle Canuda ha cerrado sus puertas, y se ha trasladado a la calle Rosselló, en donde estaba el almacén de la librería.


La església de Santa Anna, imperdible en la ruta literaria
Nuestra siguiente parada de la ruta literaria fue en la església de Santa Anna, un lugar que simboliza el antes y el después de la muralla de Barcelona, y que Care Santos eligió como escenario de parte de la trama por estar ubicada en un lugar tan privilegiado y de tan larga historia.
De monasterio de la Orden del Santo Sepulcro de Jerusalén en el siglo XII, pasó a colegiata en el siglo XVI, y a parroquia en 1835. Título, este último, que unos años más tarde ampliaría a Parroquia Mayor de Barcelona.
Seguro que la mayoría de vosotros estáis cansados de pasar por delante y de no haber reparado en el lugar. ¿Me equivoco? Pues si podéis, no dejéis de ir a visitarla. Es un reducto del pasado entre edificios modernos, y está separada de la moderna plaça de Catalunya solo por una línea de edificios, que dibujan perfectamente el recorrido de una parte de la antigua muralla.
Para acceder a la plaza interior en donde está la entrada al templo lo puedes hacer a través del edificio que fue sede de la Antiga Casa dels Canonges de Santa Anna, o desde el callejón de Rivadeneyra, que parte de la plaça Catalunya. Personalmente hay cuatro detalles de ese lugar que siempre me han llamado la atención.
Una cruz de término, una espadaña, un claustro gótico y el sepulcro de un noble
El primero es la cruz de término que hay frente a la puerta de entrada. En segundo lugar está la espadaña que corona el templo, y que siempre me ha parecido un símbolo de la modestia y poca ostentación de esta construcción románica. En tercer lugar el claustro de estilo gótico, que siempre me ha parecido un oasis de tranquilidad en medio del trasiego que suele vivir esa parte de Barcelona. Y en último lugar, la sepultura del noble Miquel de Boera, un personaje un tanto enigmático del que no existe demasiado biografía que, por cierto, tiene una calle en la Barceloneta que lleva su nombre.


Según explican, la tumba se cedió temporalmente al Museu Marítim de Barcelona en 1940, en donde permaneció hasta 2001 cuando, tras arduas gestiones, se consiguió poder restituir a su lugar original.
En este punto de la ruta, aprovechando la tranquilidad del lugar, Care Santos aprovecha para hablarnos de un hecho -concretamente la desamortización de Mendizábal-, que será la causa de la existencia del importante fondo documental y bibliográfico que nos esperaba en el edificio de la Universidad de Barcelona, punto final del recorrido.
La ruta literaria cruza la plaça de Catalunya
A través de la calle de Rivadeneyra llegamos a plaça de Catalunya, para cruzarla y seguir nuestra ruta hacia el edificio histórico de la UB, recorriendo parte de la Rambla Catalunya y la Gran Via de les Corts Catalanes.
En la acera lateral de la Plaça Catalunya, por la que se une la calle Pelayo con la calle Fontanella, Care hizo hincapié en que nos fijásemos en cómo se notaba todavía la sombra de la muralla en el trazado de esa parte de la ciudad.
La plaça de Catalunya identificada como un lugar de encuentro y de reivindicación de Barcelona, y que actualmente es el centro neurálgico de la ciudad, había sido un descampado yermo fuera muralla, que Idelfons Cerdà no incluyó en su plan de urbanización. Sería gracias a las exposiciones de 1888 y 1929 que iría tomando forma e integrándose en la ciudad.
Pero a pesar de haberse convertido en el lugar lleno de vida que es hoy, continua siendo un lugar poco acogedor. Una plaza que desde siempre ha formado parte de la vida de los barceloneses pero a la que, como nos confesó Care, todavía le falta algo. ¿Vosotros qué creéis?

La ruta literaria llega al CRAI Biblioteca de Fondo Antiguo de la UB
Y por fin, ponemos rumbo al destino final y principal de esta ruta literaria por la Barcelona antigua. Concretamente al edifico histórico de la Universitat de Barcelona, en donde está la Biblioteca de Fondo Antiguo, donde nos iban a mostrar una parte de la gran riqueza bibliográfica que guarda entre sus fondos.
Tal y como nos explican en la página web de la UB, el CRAI (acrónimo de Centro de Recursos para el Aprendizaje y la Investigación de la Universidad de Barcelona) se creó en 2004 con la finalidad de adaptarse a los nuevos espacios de estudios universitarios europeos (EEES y ERA), que combinan la formación teórica con I+D+i. Y para integrar en un solo lugar todos los servicios de apoyo que las bibliotecas de las diferentes facultades de la UB puede prestar tanto a la docencia, como a la investigación.
Como ya nos había explicado Care, la mayor parte del fondo actual tiene su origen en la desamortización de los bienes eclesiásticos, que sacó a la luz la riqueza que guardaban las bibliotecas conventuales de Barcelona. Tras pasar por diferentes lugares, como el convent del Carme en la Rambla o el convent de Sant Joan de Jerusalem, finalmente fue a parar a los sótanos del edificio de la plaça Universitat, donde ha permanecido.
Del fondo inicial, que constaba de un total de cerca de 143.000 ejemplares, se conservan unos 90.000, de los que todavía falta por catalogar una tercera parte.
Viaje a una biblioteca medieval, pero sin dejar el siglo XXI
Una vez que la ruta literaria ya nos ha llevado hasta el interior de la biblioteca, nos invitaron a viajar en el tiempo, y a trasladarnos a la época en que la paciencia y tener buena caligrafía era toda una gran virtud.
Nos explicaron que entre manuscritos, incunables y ediciones de entre los siglos XVI y XIX, la biblioteca posee uno de los fondos más importantes del Estado, que además destaca por la riqueza de los volúmenes que se custodian. El fondo está integrado por ejemplares que versan sobre diferentes materias, tanto del ámbito de las humanidades como de las ciencias, e incluso cuentan con un curioso libro, considerado la primera guía de viajes.
A la pregunta de cuál es el más ejemplar más antiguo, nos respondieron que un manuscrito del siglo X, y a la de cuál es el más valioso, afirmaron que la Crònica de Jaume I.
Curiosidades de cómo investigan
Respecto a la identificación de la procedencia, la realizan a partir de diferentes sellos o índices que figuran en los mismos ejemplares, por lo que saben que muchos de ellos proceden del antiguo convento de Sant Josep, que estaba ubicado en el lugar que hoy en día ocupa el Mercat de la Boqueria.
Además de los sellos, nos explicaron que otro procedimiento de identificación es a partir de las características de la encuadernación, ya que cada convento utilizaba un estilo determinado, la mayoría de ellos hechos con pergamino ya que era el material más económico de la época.
Mientras nos iban mostrando los diferentes ejemplares que habían elegido, nos fueron comentado los diferentes tipos de caligrafía que se usaban, las letras capitales, las ilustraciones, las anotaciones en el margen, los materiales para la encuadernación…
Aprendimos el porqué de los grandes márgenes que se dejaban en los libros antiguos, con la finalidad de preservar su contenido frente a un posible incendio, la resistencia del pergamino frente al papel, el peligro que representan el agua y la humedad para su deterioro, las técnicas xilográficas y calcográficas para las ilustraciones, el sistema de manículas para resaltar párrafos interesantes.
En resumen, todo un mundo que descubrí gracias a esa interesante visita, y que me sorprendió gratamente.
Algunos ejemplares





- Manuscrito: Taula per alphabet sobre tots los libres de Seneca e la exposició d’ells, Fr. Luca Manelli. Propiedad de Francesc Desplà, como muestra el escudo de armas de la familia.
- Manuscrito: Regla de Sant Benet. Translació al català per lo monge Arnaldo de Alfarrás, 1457.
- El devoto peregrino y viaje a Tierra Santa: Compuesto por el padre Fr. Antonio del Castillo.
Relato detallado y pormenorizado de un viaje de peregrinación a Tierra Santa, decorado con xilografías y calcografías. Considerado como la primera guía de viajes ilustrada. - Impreso con portada de 1542: De historia stirpium commentarii insignes. Tratado científico de botánica médica de Leonhart Fuchs.
Y para concluir la ruta literaria, una última aportación antes de abandonar la biblioteca: Parece ser que a este médico alemán le debemos la existencia del color fucsia. No sé, quizá sea por su apellido…
Nota: Artículo revisado y actualizado. Publicado inicialmente el 2 de octubre de 2013.
Para saber más:
Web de Care Santos
De Llibreries per Barcelona. Un passeig per la diversitat
Llibreries de Barcelona. Una guía per a lectors curiosos
Recopilatorio de artículos del blog sobre libros, escritores y las rutas literarias:
De paseo con la Colometa y Mercè Rodoreda
Una joya racionalista en una Illa de l’Eixample
La Barcelona de Antonio Machado
Una biblioteca pública, que no municipal
Barcelona, barri a barri
En busca de localizaciones literarias por Horta-Guinardó
Una Barcelona de novela