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«HAPPY THANKSGIVING» EN EET SMAKELIJK!

En la recta final del mes de noviembre, en los Estados Unidos de América se celebra Thanksgiving Day (Día de Acción de Gracias), una fiesta popular, familiar y global, ya que a pesar de tener connotación religiosa no se identifica con ningún credo, por lo que se puede celebrar en todos los hogares del país.

Como manda la tradición, desde que en 1939 el presidente Roosevelt estableció que la fiesta se celebrase el cuarto jueves de noviembre, ya debe estar todo a punto (o casi a punto) en los EEUU para celebrar una fiesta que hemos elegido como hilo temático para redactar nuestro post de hoy.

Pero antes de adentrarnos en el porqué y el cómo de esa fiesta, acompañadnos primero a viajar hasta los Países Bajos. Concretamente a la encantadora ciudad de Leiden. Y si os preguntáis para qué. Pues porque allí fue donde empezó todo

Un paseo por Leiden

A la ciudad de Leiden -ubicada en la provincia de Holanda Meridional– se le conoce popularmente como Sleutelstad o «ciudad de las llaves». De hecho, hay llaves rojas en muchas partes de la ciudad. La simbología de esas llaves está directamente relacionada con la figura de San Pedro (Sint Pieter), santo patrón de la ciudad, y las llaves que le entregaron para abrir el cielo. Desde el siglo XIII, existen documentos en que ya se menciona este símbolo como parte del escudo de la ciudad.

Leiden es la segunda ciudad neerlandesa, después de Ámsterdam, en número de canales

Los lugares más interesantes de la ciudad giran, principalmente, en torno al arte y a la cultura, sin dejar de lado la importancia histórica que tuvo la ciudad entre los siglos XV y XVII por su actividad comercial.

Es la ciudad en la que nació y vivió sus primeros años Rembrandt Harmenszoon van Rijn, que seguro os suena más como simplemente Rembrandt, el artista más importante de la historia de los Países Bajos.

Y, por supuesto, es la ciudad con la Universidad más antigua del país, que fundó Guillermo de Orange en 1575, como recompensa a la resistencia que presentaron sus habitantes a los españoles, convirtiéndola en la primera universidad de los Países Bajos protestantes. Algo que consagró la ciudad como un centro intelectual y de tolerancia religiosa.

Imperdibles de Leiden

Entre los imperdibles que hay que visitar en la ciudad encontramos la placa que indica el lugar en donde estaba la desaparecida casa natal de Rembrandt, así como la Latijnse School, en donde estudió.

También hay que ir al Academiegebouw Leiden, ubicado en Rapenburg. Es el edificio más antiguo y el corazón de la Universidad de Leiden, a pesar de que actualmente ha perdido su función como centro docente, y se usa para celebrar eventos con cierto carácter ceremonial.

Otro de los lugares interesantes de la ciudad es el Hortus Botanicus, el jardín botánico de la Universidad de Leiden, el más antiguo del país y a donde llegaron los tulipanes por primera vez.

De la traducción literal del cartel informativo que hay en la puerta, hemos extraído el siguiente texto: «En el siglo XVI, el embajador austriaco ante la corte turca llegó a casa con un bulbo de tulipán. En Viena se lo pasó a Carolus Clusius, prefecto del jardín medicinal imperial. En 1593, Clusius asumió un cargo en la Universidad de Leiden. Plantó estos bulbos en el jardín botánico de la universidad. Así florecieron los primeros tulipanes de Europa occidental. El tulipán se hizo muy codiciado por los coleccionistas. Al final, el mercado del tulipán se descontroló por completo: los bulbos cambiaban de manos por precios astronómicos… La tulipanomanía alcanzó su punto álgido en 1636-37, tras lo cual el mercado se hundió y muchos comerciantes quebraron.”

Como estamos en la segunda ciudad de los Países Bajos con más canales, después de Amsterdam, un paseo por ellos es de obligado cumplimiento. Algo que te llevará a cruzar algunos de los 88 puentes que hay en la ciudad, entre los que destaca el Koornbrug, por su curioso aspecto. Es un puente con dosel en donde se comercializaba el grano, y cuya cubierta servia para almacenar los sacos y mantener el producto seco.

Otro lugar a visitar es el Castillo de Leiden o los restos del castillo (Burcht van Leiden). Es uno de los castillos más antiguos de los Países Bajos, y para llegar hasta él hay que ascender a una colina artificial, desde la que se pueden disfrutar de vistas sobre la ciudad.

Siguiendo con nuestra visita a antiguos templos neerlandeses reconvertidos en espacios para eventos, no podemos dejar de recomendar ir a conocer la Hooglandse Kerk, una imponente basílica de estilo gótico tardío, que destaca por las casas que se construyeron pegadas a sus muros exteriores de la Nieuwstraat y la Hooglandse Kerkgracht.

Mención especial: la Pieterskerk

Y, por supuesto, la Pieterskerk. Es el templo más antiguo de la ciudad de Leiden, y se construyó sobre una capilla anterior, en la que en el siglo XII ya se veneraban a los santos Pedro y Pablo. Llegó a tener una torre adosada de más de 100 metros de altura, pero tras derrumbarse en el siglo XVI, nunca más se reconstruyó.

Como curiosidad añadida, en la Pieterskerk, además de una cafetería, hay el Mayflower Escaperoom, cuyo nombre nos lleva irremediablemente a enlazar con lo que va a ser nuestro tema central, así como la historia de los Founding Fathers y su paso por la ciudad de Leiden, previamente a su viaje hacia América.

Puritanos ingleses que se acabaron convirtiendo en Founding Fathers

Como hemos dicho anteriormente, Leiden se acabó convirtiendo en un centro intelectual, comercial y de tolerancia religiosa.

De ahí, que a partir del siglo XVII se transformase en un lugar de refugio para los disidentes puritanos ingleses (protestantes que optaron por separarse de la Iglesia de Inglaterra durante los siglos XVII y XVIII), y que tuvieron que huir a causa de la persecución religiosa a que se vieron sometidos en su país.

Entre ellos estaba el predicador John Robinson, quien estableció una de esas iglesias en Leiden en 1606, desde donde predicaba la creación de un nuevo Jerusalén en el Nuevo Mundo. Algo que motivó a sus seguidores a que se planteasen la idea de cruzar el Atlántico e irse para allá.

De esa congregación salieron los peregrinos que, unos años más tarde y siguiendo las doctrinas del predicador, decidieron partir hacia América en busca de una nueva vida. Se dice que muchos estadounidenses descienden de esos primeros peregrinos, entre los que se incluyen a los presidentes Roosevelt, Bush y Obama.

Debido a su delicado estado de salud, el predicador Robinson no llegó a poder embarcarse y falleció en Leiden. Está enterrado junto a otros miembros de su comunidad en la PietersKerk. De ahí que, se haya convertido, en un lugar habitual de peregrinación de muchos estadounidenses, tal y como se puede leer en diferentes placas informativas de la ciudad.

Placa conmemorativa en el lugar en donde está enterrado el Reverendo Robinson
Visita del presidente Bush a la PietersKerk de Leiden

Leiden y los Founding Fathers

En la actualidad, darse un paseo por Leiden te lleva a descubrir diferentes lugares que recuerdan el paso de esos peregrinos ingleses por la ciudad. Siendo uno de ellos el templo que ya hemos mencionado anteriormente, la Pieterskerk.

Otro lugar es el Jan Pesijnhof. Un patio interior, situado en Kloksteeg, 21, rodeado de viviendas que se edificaron para acoger miembros ancianos de la Iglesia Reformada Valona. Entre 1611 y 1625, fue la residencia del reverendo Robinson, por lo que se considera como la sede oficial de los puritanos ingleses durante su estancia en Leiden. En la fachada, en donde está la puerta de acceso al interior del patio, hay una placa que lo recuerda.

Thanksgiving
Placa conmemorativa colocada en la fachada de la casa del reverendo John Robinson en Leiden

Y no hay que olvidar -si te interesa profundizar en el tema- visitar el museo dedicado a dichos peregrinos, el Leiden American Pilgrim Museum. El museo está en una casa del siglo XIV, situada en Beschuitsteeg 9, próxima a la Hooglandse Kerk. Además de información sobre sus orígenes, la vida que los peregrinos llevaron en Leiden y su viaje hacia Nueva Inglaterra, también contiene una muestra sobre la historia de la construcción, con decoración y mobiliario propio de la época medieval en que se construyó.

Viaje hacia el Nuevo Mundo

El viaje de los peregrinos hacia el Nuevo Mundo empezó en Delftshaven, de donde partieron el 1 de agosto de 1620 en el Speedwell, haciendo una escala en Plymouth (Inglaterra), donde se les uniría el Mayflower. Finalmente, debido a las malas condiciones del Speedwell para cruzar el Atlántico, solamente el Mayflower pudo navegar hasta América, convirtiéndose en el único de los dos que pasaría a la historia.

New Plymouth

Allí en donde desembarcaron, en 1621 fundaron la primera comunidad de peregrinos que se asentaron en Nueva Inglaterra, y que bautizaron con el nombre de New Plymouth. Según la propia historiografia de los Estados Unidos, estos Padres Peregrinos y Madres Peregrinas (en inglés Pilgrim Fathers, Pilgrim Mothers o, solamente, Pilgrims), fueron el origen del país actual.

Thanksgiving
Mayflower in Plymouth Harbor, de William Halsall (1882). Foto: Dominio Público, Wikipedia Commons 

Los Wampanoag

Debido a su falta de experiencia como agricultores, al duro clima, a la falta de suministros y a una incorrecta distribución de los escasos recursos disponibles, los dos primeros inviernos que pasaron en esas nuevas tierras, acabaron con la vida de casi la mitad de la población. Gracias a una reorganización de los recursos y a la ayuda que les prestaron los nativos americanos del lugar, los Wampanoag, consiguieron aprender a cultivar productos locales y mejorar la precaria situación que habían estado viviendo desde su llegada.

Thanksgiving
Pilgrims going to church, de George Henry Boughton (1867). Foto: Dominio Público, Wikipedia Commons)

Y por fin pudieron dar gracias…

Tras la primera buena cosecha que consiguieron en 1623, decidieron celebrar una fiesta para dar gracias, a la que invitaron a los nativos que les habían ayudado. La fiesta fue un evento puntual, pero en los años siguientes algunas de las colonias que se fueron creando tomaron la costumbre de celebrarla una vez al año.

Finalizada la Guerra de Independencia, el nuevo Congreso proclamó oficialmente la celebración del Día del Agradecimiento y, en 1817, el estado de Nueva York fue el primero en aprobar que la festividad tuviese carácter anual.

Thanksgiving
The First Thanksgiving 1621, de Jean Leon Gerome Ferris, 1915. Foto: Dominio Público, Wikipedia Commons 

Pinceladas sobre Thanksgiving Day o el día de Acción de Gracias

El porqué de la fecha

Con relación al porqué de la fecha, inicialmente no existía ninguna concreta, ya que cada estado, pueblo o ciudad tenían la suya propia; pero siempre cerca del otoño. Fue el presidente Abraham Lincoln quien finalmente proclamó el último jueves de noviembre como el “Day of thanksgiving and praise to our beneficent Father» (Día de acción de gracias y alabanza a nuestro Padre benefactor), y fijó la fecha en el calendario.

No obstante, en 1939 el presidente Roosevelt la volvería a cambiar. Con la finalidad de alargar la temporada de compras navideñas (que comienzan justo al día siguiente) la adelantó al cuarto jueves de noviembre.

El cambio de fecha no fue del agrado de todos, y muchas poblaciones se negaron a aplicar la decisión presidencial, por lo que tuvo que intervenir el Congreso y establecer de manera oficial que el cuarto jueves de noviembre sería la fecha definitiva de la celebración, lo que se ha mantenido hasta nuestros días.

Tradiciones de la fiesta

Entre las tradiciones de esta fiesta, además del típico menú para la cena en familia, es habitual que el Presidente realice lo que se conoce como “La proclama de Acción de Gracias”, que realizó por primera vez George Washington, y que cada presidente ha hecho desde la presidencia de Lincoln.

Otro acto habitual, que se celebra en los jardines de la Casa Blanca, es el conocido como Presidential pardon to the turkey (Indulto presidencial al pavo), una curiosa tradición de los presidentes de los EEUU, que ha captado la atención general los últimos años.

Desde la administración de Lincoln los pavos de Acción de Gracias se han presentado oficialmente a cada uno de los presidentes, pero algunos de ellos han optado por otorgarles públicamente el perdón «para no tener que acabar como plato principal en una mesa de gala».

Aunque se dice que el primer perdón lo concedió el presidente Harry Truman en 1947, no existe ninguna evidencia documental de ello, por lo que se da por bueno que fue en la festividad de Acción de Gracias de 1989, durante la primera presidencia de George H. W. Bush, cuando “un pavo fue oficialmente perdonado por primera vez”.

Desde 2005, tras recibir el perdón, los pavos se trasladan a Disneyland para participar en el desfile de Acción de Gracias del parque, donde se quedan a vivir posteriormente. Otro desfile emblemático es el que se celebra por las calles de Manhattan, en la ciudad de Nueva York.

Menú tradicional de Thanksgiving

Y como cumplir con la tradición gastronómica es de obligado cumplimiento, con el permiso de la Casa Blanca, ésta es nuestra propuesta de menú para la cena de Acción de Gracias de la casa presidencial:

Thanksgiving

En resumen, en una típica comida de Acción de Gracias el pavo relleno rustido al horno (roast stuffy turkey) es un requisito imprescindible, recordando el que se sirvió en la primera celebración de 1623, y alrededor del cual gira todo el menú.

Debe rellenarse con el correspondiente stuffing, en el que se suele poner carne picada, miga de pan, manzanas, frutos secos, especies y vino y servirse acompañado de puré de patatas (mashed potatoes), vegetales (zanahorias y guisantes), salsa gravy y, por supuesto, salsa de arándanos (cranberry sauce).

Debido a las características calóricas de este plato principal, es recomendable abrir el menú con una sopa o crema suave, preparada con productos de temporada. En nuestro caso proponemos el boniato (sweet potatoe).

Y para finalizar la comida familiar, imposible no servir un pedazo de tarta de calabaza (pumpkin pie), que si es homemade, mejor que mejor.

Y, por supuesto, antes de finalizar este nuevo viaje por la cultura internacional desear a todos los que lo celebren: ¡Happy Thanksgiving y buen provecho!… O como dirían en Leiden: «Happy Thanksgiving en eet smakelijk!»

Para saber más:
Pilgrim Hall Museum
Thanksgiving at the White House

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Países Bajos: Templos para celebrar eventos | Primera parte
Países Bajos: Templos para celebrar eventos | Segunda parte

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