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EL PALAU GÜELL Y LAS MIL Y UNA FLORES

Nunca nos cansaremos de regresar al Palau Güell. Con ésta, creo que ya es la quinta vez que lo visitamos, y seguro que no será la última. Siempre hay un motivo u otro. En esta ocasión se trataba de ir a la búsqueda de sus mil y una flores… Y alguna sorpresa más.

Palau Güell
Los juegos de claros y oscuros del interior del Palau Güell son todo un reto para los fotógragos

Ya tenemos aquí el mes de abril, y gracias al cambio climático, ha substituido a mayo como mes de las flores con todas las de la ley. Con el añadido de que el día 23 es Sant Jordi, la fiesta donde la rosa –flor entre las flores- reina por un día.

Por todo ello, el Palau Güell se ha vestido de primavera y nos ha propuesto que llenemos Instagram con las mil y una flores que tiene repartidas entre sus muros. De madera, de forja, de cerámica, de mármol… ¿Qué mejor excusa para recorrer y descubrirlo al detalle que siguiendo un hilo argumental?

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Palau Güell
Las flores, sin lugar a dudas, son una parte importante de la decoración del Palau Güell

Mil y una flores

De todos es sabido que desde que Eugeni Güell se propuso conocer al creador del expositor con el que la Guantería Comella presentó sus artículos en la Exposición Universal de Paris de 1878, el destino se confabuló en crear y consolidar una amistad entre Güell y Gaudí que daría como resultado, entre otras, una maravilla como fue el Palau Güell.

Siguiendo la filosofía y la manera de hacer de Antoni Gaudí, el Palau Güell está lleno de detalles con mensaje que dan pie a la interpretación, además de otros muchos códigos secretos, cuyo significado Gaudí y Güell se llevaron con ellos. ¿Y por qué no pensar que las flores tienen parte en ello?

Los elementos de la naturaleza fueron una importantísima fuente de inspiración para la obra de Gaudí, y la recreación de las flores, como no podía ser de otro modo, son habituales entre los elementos decorativos. En el Palau Güell hay una buena muestra de ellas, y si realizas la visita parándote a observar con atención sus espacios, encontrarás “mil y una” representaciones. En la propia fachada –una de las más austeras del genio de Reus- hay algunas muestras. ¿Sabes de qué flores se trata?

Durante la última visita «cazamos» unas cuantas, pero creemos firmemente que muchas nos las hemos dejado, aunque resulta difícil saber cuántas deberán ser. Viendo la siguiente galería ¿alguien nos podrá ayudar a resolver la duda? Será cuestión de ir visitando Instagram.

El Palau Güell y las mil y una flores

Y a vueltas con las flores y con el concurso de esta primavera, si te decides a ir a «cazar» alguna por tu cuenta, la visita se puede complementar con la grata sorpresa de descubrir una obra pictórica desconocida pero sumamente interesante.

Las flores y Maria Lluïsa Güell

Eugeni Güell i Bacigalupí y Luisa Isabel López Bru –propietarios del Palau Güell– tuvieron diez hijos: Isabel, María Luisa, Joan Antoni, María Cristina, Eusebi, Claudi, Santiago, Francisca, Josefina y Mercè. De ellos, cuatro se dedicaron al arte: Isabel fue compositora, Maria Luisa pintora y pianista, Eusebi escritor y Francesca pintora.

Palau Güell
Retrato de Maria Lluïsa Güell pintado por una de sus amigas

De los cuatro, es de María Luisa Güell López de la que vamos a hablar hoy. ¿Y por qué? Porque si por algo destaca su obra pictórica es por las flores, y entre ellas las rosas tienen un papel estelar. Se dice que en los salones de la aristocracia barcelonesa de principios del siglo XX sus pinturas de rosas eran muy conocidas y admiradas.

“No hay artista o aficionado que, al visitar la actual Exposición, no se detenga a admirar el exquisito gusto de que hace gala la señorita doña María Luisa Güell, en la pintura de flores sobre papel, tan relevantes por el garbo de la factura, como por el original sabor decorativo. Un procedimiento franco, valiente, en poner el color y una disposición airosa y como al descuido, el desparramar las líneas de la decoración, avaloran igualmente el “friso de rosas”, de brillantes tonos, que los deliciosos plafones del parvent, donde se combinan graciosamente las ramas de rosal, los tallos de violáceos lirios y las esbeltas palmas de la letanía”.  Extracto del artículo “El arte femenino en el Salón Parés”. La Vanguardia, jueves, 24 de diciembre de 1896.

María Lluïsa Güell Pintora

Desde el pasado mes de noviembre, la zona expositiva de “les golfes” (desván) del Palau Güell ha vuelto a recuperar parte de su obra en una exposición realmente sorprendente. De ahí, que también pueda incluirse en el objetivo de las cámaras fotográficas para sumarla al concurso instagramer.

La exposición ha reunido hasta una cuarentena de obras de la pintora, entre las que hay lienzos, postales, abanicos, mesillas, biombos… Todos ellos pintados al óleo o a la acuarela, las dos técnicas usadas más frecuentemente por Maria Luisa. Cada cual más interesante.

Considerada como integrante del grupo promotor del Modernismo (aunque no suficientemente reconocida en nuestros días), fue una mujer que se adelantó a su tiempo. Su obra está fuertemente influenciada por los pintores impresionistas parisinos y la corriente del Japonismo, que de París –donde vivió la pintora- llegó a Barcelona.

Con esta exposición, el Palau Güell vuelve a apostar por ayudar a difundir el legado de la familia Güell, esta vez a través de uno de los propios residentes del emblemático edificio del Carrer Nou de la Rambla.

Maria Lluïsa Güell Pintora

 

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