Según escribía Ian Hawkey en un artículo publicado en la página web de la CNN, la segunda ciudad más grande de España “es una extensa obra de arte que contiene algunos de los más grandes atractivos de Europa”. Y la calificaba como más sofisticada que Madrid, más progresiva que París y mucho más eficiente que Roma. Me ha parecido tan interesante leer esos comentarios sobre Barcelona en un medio de comunicación estadounidense, que he querido seguir con la dinámica creada en ese artículo, y me he puesto a la labor redactando un decálogo de aspectos que pueden despertar tu interés para ponerla en el primer lugar de tu lista de ciudades a visitar. Aquí tienes las diez razones.

Barcelona y el mar
El primer adjetivo que me viene a la cabeza para empezar con el decálogo es el de Mediterránea; sinónimo de luz, calidez y también pasión, aunque matizada por el sentido de la sensatez de sus habitantes. Barcelona está situada a orillas del Mar Mediterráneo y a tan sólo a 120 km por carretera de la frontera francesa y, por lo tanto, de los Pirineos. Tiene el primer puerto marítimo en volumen de pasajeros de todo el Mediterráneo, y el beneficio añadido de poder llegar a pie hasta el corazón de la ciudad en escasos minutos, una vez hayas llegado a puerto y desembarcado. Si te gusta descubrir la ciudad sin hacer de turista, la línea 64 bus te ofrece la posibilidad de viajar desde el pie del monumento a Colón hasta la misma falda de la Serra de Collserola, frente al Monasterio de Pedralbes, cruzando la ciudad desde el mar hasta la montaña.
Barcelona y las playas
Y no hablamos solo de una, sino de diez playas consecutivas. Si vienes a Barcelona y te gusta el deporte, seguro que no te limitarás a tomar un baño de sol. Al mejor estilo californiano o carioca podrás practicar voley playa, futbol playa, patinar, ir en bicicleta o simplemente correr. Puedes empezar por la playa de Banys Fòrum, y seguir por la de Llevant, la Nova Mar Bella, la Mar Bella, la del Bogatell, la Nova Icària, la de Somorrostro, la Barceloneta, la de Sant Miquel o la de Sant Sebastià. Y, además, si lo tuyo es vivir el lujo, dos de los hoteles más extraordinarios y modernos de la ciudad te abren sus puertas en la misma orilla del mar. De ti depende qué hacer.
Barcelona y la naturaleza
La proximidad de la ciudad a los Pirineos y al deporte del esquí es evidente, como ya hemos dicho, pero si lo tuyo simplemente es pasear y disfrutar de la naturaleza, 11.000 hectáreas están a tu disposición a sólo diez minutos en metro del centro de la ciudad. En Barcelona tenemos uno de los parques metropolitanos más grandes del mundo, la Serra de Collserola. Coge la línea de los FGC en la plaça Catalunya y baja en Peu del Funicular; desde allí podrás acceder a la carretera de les Aigües y tener Barcelona a tus pies. Además, si lo que te gusta es la magia y la diversión, también puedes subir un poco más arriba y visitar su espacio más emblemático: la montaña mágica del Tibidabo. “Haec omnia Tibi dabo si cadens adoraberis me”, con estas palabras tentó el diablo a Jesús durante su ayuno en el desierto, y en ello tuvieron que pensar los que idearon el nombre del parque. Evidentemente tú no vas a ser tentado, pero corres el riesgo de que no te puedas resistir a volver a ser niño por unas horas.


Barcelona y la historia
Colonia Iulia Augusta Faventia Paterna Barcino. Solo con ese nombre ya podemos imaginarnos los orígenes milenarios de la ciudad. Dos leyendas los explican: una atribuida a Aníbal Barca y los cartagineses, y otra atribuida a Hércules. Pero lo más curioso de todo es el origen histórico documentado que indica que Barcelona nació como una colonia destinada al reposo de legionarios romanos retirados… Por algo sería. Columnas romanas, templos paganos, necrópolis romanas, murallas, acueductos, domus y villas romanas que todavía se van descubriendo, salpican diferentes puntos de la ciudad. Incluso todavía se puede pasear por el trazado original del cardus maximus y el decumanus maximus de la Barcino romana, como ya expliqué durante nuestro recorrido alrededor de la muralla romana, en este mismo blog. ¿Te apuntas?
Barcelona y el gótico
El barrio gótico de Barcelona es uno de los puntos fuertes de la ciudad, y de los que más me entusiasman, tanto por situación como por su contenido. A pesar de las polémicas sobre la autenticidad del barrio o su posible reconstrucción, debido a las diferentes muestras de arte neogótico que encontramos, soy una firme defensora de uno de los barrios medievales más grandes y mejor conservados de toda Europa con palacios, catedrales, plazas de justas e historias de condes y condesas. ¿Sabes que San Jorge es el patrón de la ciudad? Te recomiendo que te pierdas por él y vayas descubriendo algunos detalles que te sorprenderán… Si puedes, sube a la terraza de la Catedral… tendrás poco espacio para moverse, pero disfrutarás de fantásticas vistas desde el centro de la ciudad.

Barcelona y la arquitectura
A finales del siglo XIX, la arquitectura se convirtió en la expresión plástica del estatus social de la burguesía de la ciudad. Ello motivó un boom arquitectónico y de diseño tan fructífero que ha llegado a nuestros días en todo su esplendor. Gracias a la disponibilidad económica de diferentes mecenas todos los recursos del diseño, la originalidad y los materiales se unieron en la práctica, obteniéndose el resultado que podemos disfrutar en diferentes edificios, elementos decorativos y mobiliario urbano. Francia y Bélgica tuvieron el Art Nouveau, los anglosajones el Modern Style, los italianos el Floreale, y Barcelona se quedó con el Modernisme. Te invito a que pasees por la ciudad y vayas descubriendo las diferentes obras de Domènech i Montaner, Puig i Cadafalch, Enric Sagnier, Rubió i Bellver, Jujol i Gibert, Pere Falqués i Urqui y, por supuesto, de Antoni Gaudí, aunque su genialidad hace que sea necesario dedicarle un punto y aparte.
Barcelona y los genios
Aunque la ciutat comtal la podemos relacionar con muchos genios del arte, de la música, de la escritura, el que le ha dado más fama internacional es el genio de un gran señor de Reus que se llamó Antoni Gaudí i Cornet. Su ingenio y la confianza que puso en él Eusebi Güell, contribuyeron a que Barcelona esté hoy en día en la cúspide del mapa mundial de la arquitectura modernista. Si te gusta, y dispones de tiempo, recorre los diferentes barrios de la ciudad y te sorprenderá lo que verás. No te limites al centro de la ciudad como te indican las guías turísticas. La ruta del modernismo va mucho más allá…

Pero si lo que te gusta es la arquitectura más actual, también unida al diseño y a la innovación, también vendrás al lugar adecuado. Un paseo por el districte 22@ te permitirá constatar cómo un barrio industrial de finales del siglo XIX ha sabido convertirse en modelo de renovación urbana, donde destaca, por encima de todo, la famosa torre Agbar de Jean Novel. Gaudí abrió la caja de los truenos de las ideas rompedoras, y otros han cogido el testigo para continuar haciendo a Barcelona más grande.
Barcelona y el misterio
Para los amantes de las historias negras y las leyendas paranormales también Barcelona tiene reservado un espacio. Diferentes lugares de la ciudad han sido testigos mudos de diferentes episodios lúgubres y oscuros derivados de la propia historia de la ciudad. Si te decantas por recorrer la historia de la Barcelona más oscura, puedes visitar los lugares tenebrosos donde se produjeron ejecuciones medievales, muertes de héroes en su lucha por la independencia, la estela de la inquisición, ajustes de cuentas anarquistas, episodios de la Guerra Civil. Si quieres saber más sobre misterios paranormales, Sylvia Lagarda-Mata, en su libro “Fantasmas de Barcelona” te ofrece trece itinerarios a través de toda la ciudad. ¿Qué ruta prefieres?
Barcelona cool
Tanto los amantes del diseño, como el público más clásico y el más informal, todos tienen su lugar en Barcelona. Disfrutarás de lugares donde importa el ambiente más que el prestigio; o al contrario, donde sólo se quiere vivir el prestigio de decir que se ha estado allá. En poco tiempo palabras anglosajonas como shooping, brunch, cupcake han irrumpido y se han integrado en el vocabulario de la ciudad (a pesar que en Barcelona siempre se ha podido ir de compras, se han servido “esmorzars de forquilla” y se han comido magdalenas). Uno de los ejemplos más revolucionarios e innovadores de esta Barcelona cool son los hoteles de la ciudad. De un tiempo para aquí, hoteles de capital asiático en passeig de Gràcia comparten cartelera con otros a pie de playa con forma de vela de barco, con hoteles de puro diseño y vistas extraordinarias de 360º sobre la ciudad, situados en barrios obreros por excelencia, y con hoteles de ambiente gay. Tampoco podemos dejar de mencionar los barrios populares de el Born y Gràcia. Cada uno de ellos para un público concreto, donde bares y restaurantes “de toda la vida” se han vuelto a poner de moda, y comparten su ambiente tradicional y bohemio con otros más innovadores y modernos, pero con menos personalidad. ¡Nada que envidiar a lugares emblemáticos de Europa o de los Estados Unidos de América!. Y para finalizar…
Barcelona y la gastronomía
Solo dos recomendaciones para despertar tu curiosidad: los mercados de abastos y los bares y terrazas que hay por toda la ciudad. El primer lugar te permitirá visitar el lugar donde se pueden comprar las materias primas para elaborar los platos; el segundo te permitirá degustarlos. En Barcelona hay treinta y nueve mercados que te esperan para que los visites. No dejes de tomar un tentempié en una de sus paradas-café; te sorprenderán. Con relación a los bares y las terrazas no hacen falta comentarios. Pregunta por aquellos más emblemáticos que no acostumbran a salir en las guías turísticas. Podrás tapear y degustar sus especialidades -basadas en la amplia oferta de platos típicos de Barcelona y de toda Cataluña-, y acompañarlas por un cava o un vino catalán de diferentes denominaciones de origen, como D.O. Penedès, D.O. Priorat, D.O. Alella, D.O. Perelada. Solo un consejo, no os limitéis al centro de la ciudad; movemos y descubrid la Barcelona de los barrios: Sarrià, Gracia, Sants, la Barceloneta, Horta-Guinardó, lugares interesantes para vivir la Barcelona más auténtica.


Como decía Ian Hawkey en su artículo, Barcelona es una ciudad que estimula al que la visita por primera vez, y sorprende a aquellos que ya la habían visitado y no habían regresado en 30 ó 40 años. Espero que estas imágenes y estas breves recomendaciones hayan ayudado a convenceros.
Evidentemente, me dejo muchas más otras razones en el tintero, pero si necesitas más consejos pregunta a los barceloneses, seguro que ellos son los que mejor te podrán guiar y aconsejar.