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ROMPIENDO TÓPICOS EN EL HARD ROCK CAFÉ BARCELONA

Siempre me había resistido a entrar. Pero, finalmente lo he hecho; y puedo afirmar sinceramente que me he llevado una grata sorpresa. Cuántas veces habré pasado frente al Hard Rock Café Barcelona, sin prestarle la más mínima atención. Yo que huyo de los lugares en donde se acumulan los turistas, y que soy una enemiga declarada de la fast food, he podido comprobar que estaba bien equivocada; ya que ni una cosa, ni la otra. El resultado ha sido un conjunto de buenas sensaciones que vale la pena recomendar.

Tras mi visita, he llegado a la conclusión que, frente a la atenta mirada del president Francesc Macià, y bajo la protección de una mitológica Palas Atenea, tenemos en Barcelona un buen restaurante de american cuisine, que no está lo suficientemente valorado entre los propios barceloneses. ¿Cuántos de nosotros no tenemos alguna que otra fotografía frente a alguno de los diferentes restaurantes de la cadena alrededor del mundo y, en cambio, siempre hemos reusado querer saber nada del de Barcelona, porque es cosa de guiris?

Sobre la mesa del restaurante me encontré un dossier informativo sobre la empresa, que aproveché para ojear mientras esperaba a que vinieran a tomar nota. Entre algunas de las frases que leí sobre el restaurante, una me llamó especialmente la atención. Lo definían como «the first democratic restaurant» (el primer restaurante democrático), especificando que había nacido tanto para servir a los fontaneros, como a los banqueros, pero siempre desde la excelencia en el servicio y en la calidad de los productos de su carta. Pero, hagamos un poco de historia para conocer algo más sobre sus orígenes.

Una ubicación privilegiada, en el mismo centro de Barcelona

En 1971 coincidieron en Londres dos chicos estadounidenses, llamados Isaac Tigrett y Peter Morton, ambos de 24 años de edad, que echaban en falta un lugar en la ciudad del Támesis que ofreciera la verdadera comida típica de los steakhouses americanos, y decidieron que la mejor manera para solucionar el problema era crear su propio restaurante. De esta manera tan sencilla es como nació el primer restaurante Hard Rock Café en la zona del Hyde Park Corner londinense, negocio que en la actualidad se ha convertido en una cadena de 175 restaurantes en 53 países diferentes, además de poseer también diferentes hoteles y casinos, expansión que iniciaron en 1978 con la apertura de un segundo restaurante en la ciudad canadiense de Toronto.

Aunque ya entre sus objetivos iniciales estaba el de ofrecer una combinación de buena comida (good food), buena música (good music) y buena gente (good people) [dicen que para la elección del nombre se inspiraron en el disco Morrison Hotel del grupo The Doors], no fue hasta el año 1979 en que la cadena adquirió el carácter temático con el que se le conoce hoy en día.

El restaurante de Barcelona abrió en noviembre de 1997, por lo que justamente este mes está celebrando su dieciseisavo aniversario, y desde entonces ha trabajado por convertirse en el restaurante de referencia de la american cuisine en la ciudad condal, que para nada tenemos que confundir con lo que conocemos como fast food, ya que no se asemeja ni en la forma de prepararla, ni en la calidad.

Como he dicho, nunca antes había entrado a comer en el Hard Rock Café de Barcelona, y repito, que el resultado me ha sorprendido gratamente. Una de las primeras cosas que me llamaron la atención antes de entrar, es el reflejo en los cristales de las puertas de algunos edificios emblemáticos de la plaza Cataluña, lo que da cuenta de su privilegiada ubicación, junto al corazón de la ciudad condal. Una vez dentro, una rápida mirada al entorno me sugirió un ambiente acogedor, ambientado con música de fondo que mantenía el volumen adecuado para acompañar, sin molestar o impedir la conversación. Tras darme la bienvenida junto al mostrador de la entrada y comprobar mi reserva, me acompañaron solícitos hasta la mesa que tenía asignada.

La decoración sigue el hilo argumental temático que caracteriza a estos restaurantes, y tienen expuestos diferentes objetos y trajes de la gran colección de artículos relacionados con la música pop que posee la empresa, procedentes de donaciones realizadas por los mismos artistas que los han vestido o los han utilizado. Entre las que me llamaron la atención, se encuentra un traje de Shakira, un corsé con el que apareció Madonna en el libro Sex, una cazadora de cuero de Bruce Springsteen y otra de Michael Jackson, una colorida camisa de Freddy Mercury y guitarras de Jimi Hendrix y de Bob Dylan.

 Objetos de artistas emblemáticos del mundo del Pop
Objetos de artistas emblemáticos del mundo del Pop

Pero la “Joya de la Corona”, tal y como me comentó una de las camareras, es un espectacular vestido que perteneció a Whitney Houston, que todavía mitifica más la imagen que tenemos de la gran diva, que lo llevó puesto durante una fiesta-homenaje que se le rindió al gran Sammy Davies Jr.

Vestido de gala de Whitney Houston
Vestido de gala de Whitney Houston

Dicen que el origen de esta impresionante colección se inició de manera anecdótica. Resulta que el guitarrista Eric Clapton era un cliente asiduo del restaurante londinense, y que un buen día decidió entregarles una de sus guitarras (exactamente una Red Fender Lead II) para que la colgasen junto al asiento que solía ocupar, con la finalidad de reservarlo de manera permanente. Al verlo, el guitarrista y vocalista del grupo de rock The Who, Pete Townshend, respondió enviándoles una de sus guitarras junto a una nota, en la que había escrito: «Mine’s as good as his! Love, Pete» («la mía es tan buena como la suya. Besos, Pete”). Estas dos donaciones fueron las primeras de otras muchas, hasta el día de hoy.

Aunque a mi llegada el restaurante todavía disponía de mesas libres, se fue llenando progresivamente. Pregunté por las «hordas» de turistas que pensaba colapsaban el restaurante, y me explicaron que suelen acudir algunos durante los meses de julio y agosto, el resto del año prevalece el público local, principalmente personas a quienes les gusta comer bien, a la vez que disfrutar de la buena música.

La carta ofrece una buena variedad de cócteles, entrantes, primeros platos y postres y, evidentemente, la carne asada al carbón es su gran especialidad. No voy a hacer recomendaciones al respecto, ya que va en contra de mi propia manera de pensar, pero como las raciones son bastante abundantes, ante la duda, sí que aconsejo dejarse asesorar por el encargado del servicio de la mesa, y seguro que no te equivocas en la elección. En mi caso, me decanté por una ensalada César acompañada por salmón a la brasa, que me sirvió de entrante y de plato principal. De postre me recomendaron un bite de tarta de queso, que me pareció exquisito. Tanto la presentación del plato, como la calidad de la comida fueron de diez, por lo que tras comentárselo, me explicaron que para conseguirlo, además de cocinarlo al momento, preparan diariamente las salsas y los acompañamientos, y trabajan siempre con productos frescos y de buena calidad, lo que se puede apreciar en el resultado.

Ensalada César
Ensalada César

Además de la oferta gastronómica, desde hace un tiempo el restaurante también ha apostado por ampliarla al alquiler de espacios y a la organización de eventos. Uno de los más populares son las Hard Rock Sessions, donde cada jueves a partir de las 22.00 un grupo de música local ofrece un concierto de música en directo. La entrada es gratuita, y tienes la oportunidad de poder disfrutar de música en vivo, mientras pruebas uno de los cócteles que tienen en la carta. Respecto al alquiler de espacios, disponen de una sala en el piso inferior, con capacidad máxima de 150 personas, además de ofrecer la posibilidad de contratar el uso de todo el restaurante para celebrar eventos privados corporativos, cerrándolo al público.

Variada agenda de actividades
Variada agenda de actividades

Como suele ser habitual desde hace unos años, el Hard Rock Café de Barcelona también se ha apuntado al calendario de las celebraciones populares tradicionales, como la fiesta de Halloween o ofreciendo un menú especial de Thansgiving o un buffet de desayuno completo y diferentes entretenimientos para toda la familia, con motivo de las fiestas de Navidad.

A lo largo de los años, la filosofía que inicialmente adoptó la empresa se ha seguido aplicando, y se ha perfilado en cuatro principios básicos: «Love all serve all«, «All is one», «Take time to be kind» y «Save the planet». Éste último principio lo han llevado a la práctica mediante el diseño y desarrollo de campañas solidarias para colaborar en la lucha por diferentes causas. Actualmente están trabajando en una contra el hambre, que se denomina Imagine there’s no hunger, y que está inspirada en el icónico tema Imagine de John Lennon. En base a la propuesta de “Join us to ensure every child has the right to sustainable, nutritious food” nos ofrece la posibilidad de hacer una aportación de solamente 2€ por persona, para asegurar que lleguen alimentos nutritivos, a la vez que sostenibles, a niños y niñas de veintidós países alrededor del mundo.

En definitiva, y resumiendo todo lo que os he explicado, os animo a que también apostéis por romper con los tópicos, y vayáis a probar los cócteles o alguna de las especialidades de la carta. Además, ahora que llega la difícil tarea de decidir qué vamos a regalar en Navidad, la tienda de merchandasing siempre puede ayudarnos a encontrar algún detalle original, poco esperado.

HARD ROCK CAFE BARCELONA
Plaça Catalunya, 21
Hard Rock Cafe – Official Site

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